Antes que nada me gustaría explicarte un poco de que va esto del “trastorno por atracón” siendo un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) del cuál se habla muy poco.
El trastorno por atracón definido por el DSMV (el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por episodios recurrentes de atracones de comida que deben producirse, de promedio, una vez a la semana durante tres meses.
Es decir, se producen comidas muy grandes de comidas cada cierto tiempo, seguidas en la mayoría de los casos de sensación de culpa, remordimiento, malestar físico y mental.
La recuperación se deberá trabajar, casi siempre de forma interdisciplinar con una psicóloga especializada en TCA y una nutricionista anti-dieta, que trabajen ambas bajo un enfoque peso-inclusivo e integrativo (puedo entrar en más detalle en otro blog sobre este inciso que hago aquí).
Es común que en las personas con este TCA -siendo diagnosticado o aún no- que se presente de forma general un patrón irregular a lo que se refiere a los momentos en los que se come.
Muchas veces se presenta este “descontrol” (entendiendo descontrol como una desconexión con las sensaciones corporales) por estar buscando restricción a lo largo del día, por estar guiándose por reglas alimentarias muy estrictas, por buscar limitar las ingestas diarias -por ejemplo, se busca limitar las calorías en las primeras comidas del día- o por cómo sigue muy presente la mentalidad de dieta -el fin de semana voy a comer todo lo que tengo en casa y el lunes ya empiezo la dieta-.
Al final, todos los motivos mencionados anteriormente son un forma de restricción (tanto física como mental) que puede terminar provocando un aumento de atracones de comida (si ya estaban presentes anteriormente).
Digo restricción mental porque muchas veces aunque te estés permitiendo comer determinados alimentos (aquellos «prohibidos» por cultura de dieta) en tu mente sigues pensando que no deberías estar haciéndolo y el sentimiento de culpa está presente, lo cual genera un estrés crónico importante que te termina afectando también a nivel fisiológico y no solo mental.
¿Y a qué te refieres con comer de forma regular?
Eso puede significar muchas cosas dependiendo de la persona, de su estilo de vida, de sus horarios laborales o de estudio, entre otros factores.
Por ejemplo, un día con comidas regulares podría ser: desayuno, media mañana, comida del medio día, merienda, cena y post-cena (resopón).
Esto se tendrá que adaptar a cada paciente y se puede acordar con la profesional el ir probando diferentes técnicas.
Varios expertos recomiendan el intentar realizar pequeñas comidas a lo largo del día sobre todo para enviar a nuestra mente el mensaje de que tenemos permiso de comer en todo momento, que no tenemos que comer solo cuando “sea la hora” (por ejemplo, solo merendar entre las 17-18h o solo desayunar entre las 8-10h).
Se recomienda no dejar hasta 4 horas entre comidas si los episodios de atracón suelen ser bastante recurrentes en tus días.
Este tipo de rutina puede no resultar fácil al inicio del tratamiento, sobre todo si la mentalidad de dieta está muy arraigada en la alimentación, horarios y cantidades de comida.
En este punto llega a ser esencial el papel de una nutricionista para hacer que las comidas sean las adecuadas a nivel nutricional, equilibradas para el paciente, que sean variadas y saciantes, fáciles de preparar, dar herramientas para evitar la improvisación y la carga mental que conlleva el tener que pensar mucho en las comidas, etc.
Será esencial que hagas un trabajo de introspección y de ver realmente que es lo que ha fallado hasta ahora de todo lo que has intentado para dejar los atracones y darte permiso de buscar una forma diferente de trabajar.
No será un proceso fácil el empezar a integrar el darte permiso incondicional de comer en cualquier momento, cualquier hora y cantidad.
Si quieres ver un cambio en tus días, recuperarte totalmente, sanar tu relación con la comida y volver a disfrutar de la alimentación, la incomodidad estará presente al inicio y surgirán muchas dudas, pero es esencial que suceda esto.
Bibliografía revisada.
1. Zendegui EA, West JA, Zandberg LJ. Binge eating frequency and regular eating adherence: the role of eating pattern in cognitive behavioral guided self-help. Eat Behav. 2014;15(2):241-3. doi:10.1016/j.eatbeh.2014.03.002
Hola! Qué cierto esto que comentas, lo intentaré poner en práctica :)!
Holaaa! Si, es muy necesario hablar de ello, te deseo lo mejor <3
Hola guapa!
Me ha encantado conocerte, aunque sea x las redes… Hace tiempo que deje de comer carne, en contra de todos los que me rodean, este año estoy trabajando y estudiando y parece que se me exige demasiado, sacar buenas notas, trabajar, terminar los estudios, buscar un buen trabajo, seguir estudiando… Hace un tiempo que estuve con nutris que te llenan a pastillas para adelgazar… El caso que no adelgazo,me veo fatal, porque parece que hay que estar en los huesos para estar guapa y últimamente como hasta que estoy para reventar el estómago y hasta que no es así no paro y luego en encuentro fatal y muy culpable…
Muchas gracias
¡Hola Verónica!
Antes que nada, gracias por tu comentario y por estar por aquí. Entiendo por lo que estás pasando y es una pena que solo te hayas encontrado con ese tipo de nutricionistas por tu camino… Es posible trabajar en tu alimentación, buscando hábitos alimentarios saludables sin necesidades de buscar esa pérdida de peso (aunque luego puede que se de como consecuencia del cambio de estilo de vida).
Si estás notando que estás comiendo de esta forma, posiblemente sea por ir arrastrando una desconexión con tus propias sensaciones corporales (hambre y saciedad), y por ello ya no sepas como llevar tu alimentación. Igual cada persona es muy diferente, y las razones por las que puede estar pasándote esto pueden ser muchas y todas ellas deben tratarse de forma individual.
Te mando mucho amor y espero que mejore todo esto <3